Ándeme yo caliente

Ándeme yo caliente
Y ríase la gente.

Traten otros del gobierno
Del mundo y sus monarquías,
Mientras gobiernan mis días
Mantequillas y pan tierno,
Y las mañanas de invierno
Naranjada y aguardiente,
 Y ríase la gente.
 Coma en dorada vajilla
El príncipe mil cuidados,
Cómo píldoras dorados;
Que yo en mi pobre mesilla
Quiero más una morcilla
Que en el asador reviente,
 Y ríase la gente.
 Cuando cubra las montañas
De blanca nieve el enero, 
Tenga yo lleno el brasero
De bellotas y castañas,
Y quien las dulces patrañas
Del Rey que rabió me cuente,
Y ríase la gente.
 Busque muy en hora buena
El mercader nuevos soles;
Yo conchas y caracoles
Entre la menuda arena,
Escuchando a Filomena
Sobre el chopo de la fuente,
Y ríase la gente.
 Pase a media noche el mar,
Y arda en amorosa llama
Leandro por ver a su Dama; 
Que yo más quiero pasar
Del golfo de mi lagar  
La blanca o roja corriente, 
Y ríase la gente.
 Pues Amor es tan cruel,
Que de Píramo y su amada
Hace tálamo una espada,
Do se junten ella y él,
Sea mi Tisbe un pastel,
Y la espada sea mi diente,
Y ríase la gente
Luis de Góngora
Nos encontramos delante de una letrilla satírica que Góngora compuso para ridiculizar el poder. Esta letrilla obedece a un procedimiento típico de la poesía del Siglo de Oro, que consiste en tomar un refrán, en este caso "Ándeme yo caliente / Y ríase la gente" y glosarlo en una serie de estrofas.
Vemos que después de mostrarnos el refrán que desglosará, en los dos primeros versos nos explica que su visión del mundo va más allá de gobiernos y monarquías. Sigue mostrando en los siguientes dos versos que su visión del mundo es muy personal "mientras gobiernan mis días", tan personal que es cotidiano "mantequillas y pan tierno (...) naranjada* y aguardiente". *naranjada= mermelada de naranja.
En la siguiente estrofa Góngora nos explica que no envidia la vida lujosa, prefiere vivir de manera sencilla porque sabe que vivir como principes, como personas con poder es vivir una vida llena de preocupaciones. El alimento de los poderosos son los problemas, mientras que el suyo es comida real, de la tierra. Los cuidados del segundo verso se comparan con píldoras porque por ese entonces era costumbre recubrir las pastillas medicinales con un baño dorado para que resultasen más atractivas "como píldoras dorados". En los últimos versos Góngora nos dice que se conforma con poco. 
En esta estrofa Góngora cuenta que le encanta la vida sencilla, le gustan las cosas simples como comer castañas cerca del brasero mientras escucha cuentos un día frío de enero. En esta estrofa se hace referéncia a las "patrañas" cuentos inventados, histórias toatlmente falsas y Góngora nos habla de "El Rey que rabió", esto hace referéncia a un cuento tradicional donde un monarca se disfraza de pastor para pasar de incógnito entre sus súbditos. 
En la siguiente estrofa el autor nos remarca la idea de que el poder y el lujo no estan hechos para él ya que lo sencillo le basta. En el segundo verso habla de "nuevos soles" refirèndose a que el mercader busca nuevas tierras, nuevos países para comerciar y hacerse rico y nos lo compara en los siguientes versos con la accion de buscar que tiene el poeta, mucho más simple y calmada como es buscar conchas en la arena. Nos muestra que le encanta la naturaleza que tiene a su alrededor y que esta le basta, no necesita marchar como hace el mercader. Disfruta de las conchas, del ruiseñor "Filomena", el chopo y la fuente. 
(...)